viernes, 13 de julio de 2018

Alberto Giacometti

Hasta hace unas semanas, Alberto Giacometti, era un perfecto desconocido. Si, quizás en alguna ocasión pude oír o leer su nombre, pero a raíz de uno de los cursos online realizado en la plataforma Miriadax.net, tome contacto con su trabajo y me sorprendió la fuerza de sus dibujos.

Dibujos que me presentan a un escultor con una fuerza creativa arrojadora, con unas obras que no te dejan indiferente.

En este curso que menciono, Iniciación al Dibujo Creativo realizado por profesores de la Universidad Politécnica de Madrid, se nos introdujo en la técnica o sistema de dibujo de la malla de lineas, tan ampliamente utilizada por Giacometti en sus dibujos.




Alberto Giacometti nació en Borgonovo, Val Bregaglia, en Suiza, cerca de la frontera italiana, donde creció en un ambiente de artistas. Su padre, Giovanni Giacometti, había sido pintor impresionista, mientras que su padrino, Cuno Amiet, fue fauvista.

Cursó estudios de pintura, dibujo y escultura en la Escuela de Bellas Artes de Ginebra y en la Académie de la Grande Chaumière en Montparnasse bajo la tutela de un asociado de Rodin el escultor Antoine Bourdelle, en París. Fue allí donde Giacometti experimentó con el cubismo. Sin embargo, le atrajo más el movimiento surrealista

En París, en Montparnasse, empezó a asociarse con artistas como Joan Miró, Max Ernst y Pablo Picasso, además de escritores como Samuel Beckett, Jean-Paul Sartre, Paul Éluard y André Breton, para el que escribió y dibujó en su publicación Le surréalisme au Service de la Révolution. Entre 1935 y 1940, Giacometti concentró su escultura en la cabeza humana, centrándose principalmente en la mirada. Esto fue seguido por una nueva y exclusiva fase artística en la que sus estatuas comenzaron a estirarse, alargando sus extremidades. En esta época realizó una visita a España, a pesar de encontrarse en plena Guerra Civil.





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